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Masking y TDAH: el esfuerzo invisible de intentar encajar

Lo que nadie ve, pero agota. Y cómo empezar a vivir sin máscaras.

Muchas personas con TDAH —y también sus familias, compañeros y equipos— viven con la sensación de tener que encajar constantemente: ocultar dificultades para no incomodar, controlar la intensidad para no “destacar demasiado”, aparentar que todo está bien aunque por dentro haya tormenta. A este esfuerzo inconsciente por adaptarse a un modelo que no respeta la propia naturaleza se le llama masking.

Es como llevar una máscara para encajar en un mundo pensado para mentes lineales y, con el tiempo, olvidar cómo es nuestro rostro real.

¿Qué es el masking en el TDAH y por qué ocurre?

El masking es una estrategia inconsciente de adaptación: ocultar o disimular rasgos naturales de cómo pensamos, sentimos o nos comportamos para ser aceptados o evitar el rechazo. Es frecuente en perfiles neurodivergentes como TDAH y TEA, y suele comenzar muy pronto con mensajes como “cállate y escucha”, “si te esforzaras más, podrías”, “no puedes estarte quieto”. Estas frases a veces enseñan a sobrevivir, no a vivir. Disimulamos impulsividad, distracción, emoción o intensidad… y el precio suele ser la desconexión de la propia esencia.

Señales de que estás haciendo masking

En la escuela

Reprimes energía o curiosidad para evitar castigos o burlas.

En el trabajo

Fuerzas una organización artificial o escondes dificultades por miedo a ser juzgado.

En las relaciones

Intentas parecer más tranquilo, concentrado o “normal” para agradar o no perder el vínculo.

Contigo mismo

Te exiges rendimiento constante para “valer lo mismo que los demás”.

Lo que al principio parece útil, con el tiempo se convierte en una prisión emocional.

Consecuencias emocionales y físicas del masking

A nivel mental

Ansiedad por querer controlarlo todo.

Sensación de “hacer un papel” y no ser suficiente.

Fatiga cognitiva continua.

Desconexión emocional: “ya no sé quién soy realmente”.

Autoestima baja y miedo a la vulnerabilidad.

A nivel físico

Tensión en hombros y mandíbula.

Dificultad para descansar o desconectar.

Problemas digestivos y de sueño.

En algunos casos, burnout emocional o crisis de identidad.

El cuerpo expresa lo que la mente reprime.

Cómo dejar de hacer masking y recuperar tu autenticidad

Reconócelo sin juzgarte

Pregúntate: “¿Me estoy adaptando por miedo o por coherencia con lo que quiero?”

Reconstruye tu narrativa

Cambia “tengo que ser como los demás” por “voy a aprender a ser yo, con equilibrio”.

Cuida tu lenguaje interno

PNL aplicada: sustituye “soy un desastre” por “estoy aprendiendo a encontrar mi manera”.

Diseña entornos afines

Busca o crea contextos que valoren creatividad, energía y pasión. Las normas ayudan si tienen sentido para ti.

Valida tus emociones

No hace falta ser fuerte todo el tiempo. Ser auténtico transforma más que ser “perfecto”.

¿Cómo puedo acompañarte?

Soy Martí Sala, coach especializado y diagnosticado con TDAH. Conozco desde dentro este esfuerzo invisible de adaptarse constantemente. Combino coaching, PNL y experiencia personal para ayudarte a:

Identificar el masking y entender cómo te ha condicionado.

Recuperar autenticidad sin perder equilibrio y límites sanos.

Diseñar estrategias personalizadas para comunicarte, organizarte y relacionarte desde un lugar coherente contigo.

Construir entornos favorables que potencien tus fortalezas, en lugar de apagarlas.

No se trata de quitar la máscara de golpe, sino de aprender a respirar sin ella.

Conclusión: ser uno mismo no es un lujo, es una necesidad

El masking nos hace creer que solo encajaremos si nos adaptamos. La verdad es que solo conectaremos de verdad cuando seamos nosotros mismos. Vive con autenticidad, sin excusas y con conciencia. El mundo no necesita una versión adaptada de ti, necesita tu versión real.

Próximo paso

Si te has visto reflejado y quieres empezar a vivir tu TDAH con más calma, claridad y sentido, podemos explorarlo juntos.

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